El equipo de desarrollo de este proyecto estuvo conformado por varias universidades estadounidenses y por el laboratorio de inteligencia artificial de Facebook en California.
La idea fue desarrollar una inteligencia artificial mediante un modelo que consta de dos redes estilo neuronales simulando una competición, y fue desarrollado también un sistema capaz de discernir entre las distintas corrientes y evaluar cuáles pinturas pueden ser consideradas arte y cuáles no (el sistema iba a ser el juez de la competencia).
Lo realmente interesante que se puede observar en el experimento es que las redes encargadas de generar el arte fueron capaces de irse adaptando para convencer a la red encargada de ser el jurado de la competencia, mientras sus creaciones no pudieron ser encasilladas en ninguna de las corrientes estudiadas.
Si bien varias personas han señalado que los mecanismos aún dependen mucho de la ayuda de los seres humanos, la inteligencia artificial fue capaz de crear pinturas por sí misma e incluso fue capaz de fundar un nuevo estilo de arte.
